Capítulo noveno
Moral antigua de la familia
Para los antiguos era muy importante el papel de la
mujer como mater familias, pese a que no tenía autoridad importante, sí lo era
su dignidad, y todo aquello que representara el cuidado de los hijos y
esposo...
El adulterio era considerado como un terrible acto,
del cual se avergonzaban las familias y se despurificaba la raza.
La moral y los afectos no salían de las
contemplaciones de la familia y como los dioses eran los que unían los lazos de
la familia, todo lo que tuviera que ver con su adoración debía ser puro y
sagrado.
Los valores y las cuestiones morales desde el punto de
vista religioso eran de lo mas significativas para los miembros de la familia.
Por tanto, la dignidad.
Capítulo décimo
Las “gens” en Roma y Grecia
Las gens estaban integradas por familias de gentiles.
Eran agrupaciones de familias que tenían cierto
renombre de acuerdo a sus integrantes.
Había la posibilidad de ser adoptado por una gens, ya
fuera para poder tener derecho a heredar el puesto de pater familias o como un
hijo más, también era importante que los miembros agnados de las gens, fueran
ingenuos, es decir, que no hubiera sido esclavo antes de pertenecer a la gens ,
ni que alguno de sus antepasados lo hubiera sido.
Los miembros de una gens no se podían casar con
alguien que perteneciese a la misma gens puesto que ya eran como familia.
Había también un grupo de personas llamados clientes,
que eran agregados de una gens sin ser parte de la familia, sin embargo estaban
bajo custodia del pater familias.
Los clientes podían haber sido esclavos que obtuvieron
su libertad, o personas que debido a sus deudas se ponían bajo la protección
del pater familias y le daban todos sus bienes.
Existían diferentes gens de las cuales los pater
familias formaban parte del senado y eran ellos quienes celebraban los rituales
y las ceremonias religiosas en presencia de todos los miembros de la gens,
además para este entonces, ya existían las clases sociales, en las que había
una clara diferencia entre los patricios y los plebeyos, y por la otra parte,
los clientes.
Dependiendo del grado que tuvieran en la sociedad, se
desenvolvían sus actividades, las personas tenían un grado determindado con el
que se les asignaban curias para poder elegir al rey gobernante, el cual tomaba
en cuenta la opinión del senado en sus decisiones.
Como vemos, básicamente, este capítulo habla de todo
aquello que influía y afectaba en las actividades de los gentiles y de las gens
como tales al momento de desenvolverse en la sociedad romana, observamos
también la importancia que continuaba teniendo la religión y la autoridad del
pater familias sobre la esposa y los hijos y sobre el resto de la familia ye
integrantes de la gens en general, sea quien fuese, agnado,adoptado o cognado.
El estudio de las antiguas reglas del derecho privado
nos ha permitido entrever más allá de los tiempos históricos un periodo de
siglos, durante los cuales la familia fue la única forma de sociedad conocida.
La pequeñez de la sociedad primitiva correspondía a la
pequeñez de la idea que se había formado de la divinidad, teniendo cada familia
sus dioses, y no concibiendo ni adorando el hombre más divinidades que las
domésticas.
La religión doméstica prohibía a dos familias
mezclarse o fundirse en una, pero podían unirse por medio de la celebración de
otro culto común; cierto número de familias formó un grupo que la lengua griega
llamó fratría y la latina curia.
Desde el momento en el que se unieron, concibieron una
divinidad superior a sus divinidades domésticas, la cual debía ser común para
todas ellas, y velar por el grupo entero. No había fratría ni curia que no
tuviese su altar y su Dios protector. Los actos religiosos consistían
esencialmente en una comida hecha en común, comían recitando algunas preces, y
la divinidad estaba presente y recibía su parte de alimentos y de bebidas.
En tiempo de Demóstenes, era preciso se dijo de
legítimo matrimonio de una de las familias que componían la fratría, para poder
ser parte de ellas, la religión se transmitía por la sangre. Los antiguos
creían que todo alimento preparado en el altar y repartido entre muchas
personas establecía entre ellas un lazo indisoluble y una unión Santa que no
cesaba sino con la vida.
Cada curia o fratría tenía un jefe, curión o
fratriarca cuya función será presidir los sacrificios, también tenían un dios,
culto, sacerdocio, justicia y gobierno, siendo una pequeña sociedad modelada
exactamente sobre aquella. La asociación continuó creciendo naturalmente y del
mismo modo, agrupando se muchas curia y formando una tribu. Cada tribu tenía su
altar y su divinidad protectora. Tenía una festividad anual, cuya principal
ceremonia religiosa era una comida en que tomaba parte toda la tribu, el jefe
de la tribu se llamaba tribunus;
la tribu se constituyó en su origen para hacer una
sociedad independiente y como si no hubiera tenido ningún poder social que le
fuese superior.
Los dioses de la naturaleza física:
En las tribus, la religión constituyó la familia y
estableció las primeras leyes, pero esta raza tuvo también en todas sus ramas
otra religión cuyas principales figuras fueron Zeus, hera, atenea, juno, ósea a
la religión del Olimpo helénico y del Capitolio romano.
De estas dos religiones la primera tomaba sus dioses
del alma humana y la segunda de la naturaleza física. El hombre veía en cada
parte de la creación, en el suelo, en el árbol, en la nube, en el agua del río,
en el sol, otras tantas personas semejantes a si mismo, les atribuía
pensamiento, voluntad y libertad de acción, y reconociéndola es más poder, les
adoraba y creía en su poder divino.
Por una parte el hombre atribuyó la cualidad de divino
al principio invisible, y por otra aplicó su idea de lo divino a los objetos
exteriores que contemplaba y que amaba o temía.
El culto de los dioses del Olimpia y el de los héroes
y de los manes, no tuvieron entre sí y nada en común, de las dos religiones la
de los muertos fue la que se conservó siempre inmutable en sus prácticas,
mientras que sus dos más fueron borrando sé poco a poco, y la de la naturaleza
física se desarrolló libremente a través de los siglos aumentando
constantemente su autoridad sobre el individuo.
Relación de esta religión con el desarrollo de la
sociedad humana:
El hombre por un efecto de su fuerza natural forma
Dios es salidos de su imaginación, por lo que hubo semejanzas, ya que las ideas
se formaban en el nombre siguiendo un método casi uniforme.
Cada imaginación era la autor de sus dioses,
resultando innumerable cantidad de dioses, cada individuo adoraba a un número
muy reducido de divinidades, pero los dioses del uno no eran los del otro. Los
dioses fueron por mucho tiempo culto de los muertos a los futuros progresos de
la asociación humana, los manes que eran dioses que por su esencia o podían ser
adoptados sino por muy corto número de individuos y que establecían barreras
inseparables entre las familias.
Júpiter era el dios de la hospitalidad de los
venerables y, aquellos a quienes será preciso tratar como hermanos. Todos estos
dioses tomaban con frecuencia forma humana y aparecían entre los mortales,
algunas veces para asistir a sus luchas y tomar parte en sus combates, otras y
consecuencia, para exhortar a la concordia y enseñarlos auxiliarse unos a otros.
poco a poco tomando el dios más autoridad sobre el
alma, renunció a aquella especie de tutela, dejó el hogar doméstico y consiguió
una morada para él solo y sacrificios que le fueran propios. Esta morada
llamada también a dictar fue hecha a imagen del antiguo santuario, como antes
una cella enfrente de un hogar. Dejó de serbios y defendió a ser altar de otro
instrumento de sus sacrificios.
Cuando los templos abrieron sus puertas a la
muchedumbre de adoradores se puede decir que había crecido la asociación humana.
La tribu, como la familia y la fratría, fue compuesto
para ser un cuerpo independiente, puesto que tenía una adoración especial de la
cual excluyeron al extranjero. Formada una vez, ninguna nueva familia podría
ser permitida allí. Dos tribus no podían ser basadas una; su religión fue
opuesta a ella. Pero apenas varias fratrías se habían conectado en una tribu,
varias tribus podrían ensamblar entre ellos, con la condición de que la
adoración de cada uno fue respetada.
El día que esta alianza fue hecha, la ciudad existió.
Es importante para buscar la causa que determinaron las tribus cercanas que se
conectarán. La unión era a veces voluntaria, fue impuesta a veces por la fuerza
más alta de una tribu o por la voluntad de gran alcance de un hombre. Lo que
está seguro, es que la conexión de la nueva asociación seguía siendo una
adoración. Las tribus que agruparon para formar una ciudad, siempre fueron las
que encendían al fuego sagrado y tenían una religión común. Así la sociedad
humana, en esta raza, no creció el orden de un círculo que ensancharía poco por
poco, ganando gradualmente..
Es contrario a los grupos pequeños que, compuestos un
rato largo, incorporados a los que están con los otros. Varias familias
formaron la fratría, varias fratrías la tribu, varias tribus la ciudad. La
familia, tribu, además de las compañías exactamente similares entre ellas,
fueron llevada una de diferente por una serie de federaciones. Incluso debe ser
notado que como estos varios grupos ensamblaron así entre ellos, ninguno de
ellos sin embargo, perdió ni su individualidad ni su independencia. Aunque
varias familias se habían conectado en una fratría, cada uno de ellos seguía
compuesto como a la hora de su aislante; no se cambió nada en él, ni su
adoración, ni su sacerdocio, ni la su derecha de la propiedad, ni su justicia
interior. Curias entonces unidas; pero cada una guardó su adoración, sus
reuniones, sus festivales, su cabeza. Las tribus no fueron disueltas, y cada
una de ellas continuó formando un cuerpo, alrededor como si no existiera la
ciudad. En la religión seguía siendo una multiplicidad, de pequeño se adora
sobre cuál se establece común una adoración; Se permite al niño inicialmente en
la familia por la ceremonia religiosa que ocurre diez días después de su nacimiento.
Algunos años luego, incorpora la fratría por una nueva ceremonia. Él hace más
adelante miembro de la tribu. Finalmente a la edad de dieciséis o dieciocho
años, se presenta para ser permitida en la ciudad. El funcionamiento del hombre
joven lo obliga a seguir, es el que la compañía siguió inicialmente. En Atenas
había bastantes tradiciones y memorias de modo que se podía ver con una cierta
claridad cómo se fue formando la ciudad ateniense. En el principio, conocido
como Plutarco, el ático fue dividido por las familias.
Este cambio, por el cual la población del ático ha
pasado del estado de la familia patriarcal a una compañía poco más extendida,
fue asignado por las tradiciones a los esfuerzos de Cecrops; debe ser entendida
solamente por allí eso que fue terminado solamente en ese entonces donde fue
colocado el reinado de este carácter, es decir sobre el décimosexto siglo antes
de nuestra era. Además de uno ve que este Cecrops reinó solamente en una de
doce asociaciones, el que era Atenas más adelante; el once otros eran
completamente independientes; cada tenía su dios protector, su puente del
horno, su fuego coronado, su cabeza. Varias generaciones ocurrieron durante
cuál adquirió el grupo de los cecropides imperceptiblemente más importante.
Cada cantón preservó su vieja adoración, pero adoptó
toda una adoración común; en lo político, cada uno preservó a sus cabezas, sus
jueces, su derecho a ser ensamblado, pero sobre estos gobiernos locales había
el gobierno central de la ciudad de estas memorias y estas tradiciones si
precisan que Atenas preservó el religiosamiento, que se presenta en dos
verdades manifiestas; uno es que la ciudad era una confederación de los grupos
compuestos antes de ellos; el otro es que la compañía no se convirtió que tanto
como la religión . Uno no podría decir si en hecho el progreso religioso trajo
el progreso social; cuál está seguro, es que él ocurrió en el mismo tiempo y
con un acuerdo notable. Esa cosa, es una creencia. No es nada más de gran
alcance en el corazón. Una creencia es el trabajo de nuestro alcohol, pero no
estamos libres modificarlo con nuestro tener gusto. Es nuestra creación, pero
no la sabemos. Al este ser humano, y nos dejó nos cree él dios. Es el efecto de
nuestra potencia y es más fuerte que nosotros. Está en nosotros; no nos deja;
nos habla constantemente. Si ella dice a nosotros obedecer, obedecemos; si nos
rastrea los deberes, nos sujetamos. El hombre puede superar la naturaleza bien,
pero está fijada con su pensamiento. Las tradiciones del Indios, los Griegos,
etruscos dijeron que los dioses hubieran revelado con los hombres las leyes
sociales. En esta forma legendaria hay una verdad. Las leyes sociales eran el
trabajo de los dioses; pero estos dioses tan de gran alcance y tan beneficiosa
no era diversa cosa solamente la creencia de los hombres. Buscamos, según todas
las memorias de la antigüedad, que habían sido el modo del enfrentamiento del
estado en los viejos; eso era necesario darnos una cuenta de su naturaleza y de
sus instituciones. Pero se debe hacer aquí una reserva. Si las primeras
ciudades fueron formadas por la confederación de compañías incorporadas
pequeñas antes, no es con decir que todas las ciudades con nosotros conocidos
fueron formadas de la misma manera. A menudo todavía sucedió que los hombres de
cierto país vivieron sin leyes y comando, cualquiera que la organización social
no había tenido éxito en ser establecido, como en Arcadio, o que había sido
corrompido y había disuelto por revoluciones demasiado precipitadas. Si un
legislador emprendió poner la regla entre estos hombres, siempre comenzó
dividiéndolos en tribus y fratrías, como si no hubiera otro tipo de compañía
solamente que una. En cada de estos armazones que instituyó un 3eponyme del
héroe, él estableció los sacrificios, él inauguró tradiciones. Estaba siempre
por allí aquél comenzado, si uno deseó a encontró a una compañía regular.
Platón así hecho mismo cuando imagina una ciudad modelo.
Población la ciudad no eran palabras sinónimas en las
viejas. La ciudad era la asociación religiosa y las familias y las tribus
políticas; la ciudad era el lugar de la reunión, la residencia de esta
asociación. Uno no tendría que hacernos viejas ciudades la idea que nosotros
elasticidad los que vemos el levantamiento hoy en día. Uno construye algunas
casas, él es una aldea; el número de las casas aumenta imperceptiblemente, él
es una ciudad; y terminamos, por si es necesario, encima de rodearlo una zanja
y una pared. Una ciudad, en las viejas, no fue formada con de largo, por el
aumento lento en el número de las los hombres y las construcciones. Uno
derritió una ciudad de solamente un soplo, muy entera en un día. Pero era
necesario que la ciudad fue compuesta inicialmente, y era el trabajo más
difícil y generalmente lo más de largo posible. Una vez que eso las familias,
las fratrías y las tribus fueran acordadas para ser conectada y para tener una
misma adoración, inmediatamente una derritió la ciudad para ser el santuario de
esta adoración común. Por lo tanto la fundación de una ciudad era él siempre un
acto religioso.
Los programas de escritura hablan con la verdad sobre
un asilo, es decir de un recinto coronado en donde Rómulo admitió a todo los
que fueron presentadas; en lo que siguió el ejemplo que muchos fundadores de
ciudades le habían dado. Pero este asilo no era la ciudad; estaba incluso
abierto solamente después que la ciudad había sido fundada y compl3etement
construida. Era un apéndice agregado en Roma; no era Roma. Incluso no formó la
parte de la ciudad de Rómulo
No es raro satisfacer en los viejos hechos que nos
asombran; es éste una razón de decir que el hecho, especialmente si separar de
estos hechos mucho de las ideas modernas, convenga perfectamente con los de
viejo Vimos en su vida privada una religión que reguló todos sus actos; vimos entonces
que esta religión los había constituido en compañía; ¿Cuáles hay de asombroso
después que eso la fundación de una ciudad era también un acto coronado y que
tuvieron que alcanzar Rómulo sí mismo los ritos que fueron observados por todas
partes? Este rito es notable y nos revela en estos hombres un pensamiento que
es importante anunciar. Antes de venir en el Palatino uno, vivieron alba o
algún otro de las ciudades cercanas. Había su hogar; es allí que sus padres
habían vivido y fueron enterrados. Sin embargo la religión defendida para dejar
la tierra donde el hogar había sido fijado y donde los antepasados divinos se
reclinaron. Había sido necesitado así, mismo del impi3et3e, que cada de estos
hombres utilizó de una ficción, y que llevó con él, bajo símbolo de un terrón
de la tierra, la tierra coronada a donde enterraron a sus antepasados y a cuál
fueron asociadas sus melenas. Estos corazones unidos juntos allí eran recibir
una adoración perpetua y tomar cuidado en sus descendientes. Romulo en este mismo
lugar presentó un puente del horno y encendió el fuego. Era el hogar de la
ciudad. Alrededor de este hogar debe levantarse la ciudad, pues la casa se
levanta alrededor del hogar doméstico; Romulo rastrea un surco que marque el
recinto. Aquí todavía los menos detalles son fijados por un ritual. El fundador
debe ser útil sí mismo de una reja de arado de cobre; su arado es arrastrado
por un toro blanco y una vaca blanca. Romulo, la pista abrochada y bajo el
traje sacerdotal, se sostiene él funda del arado y lo dirige mientras que canta
rezos. Sus compañeros recorren detrás de él observando un silencio religioso.
Pues la reja de arado levanta terrones de la tierra, una los rechaza
cuidadosamente dentro del recinto, de modo que no hay pedazo de esto tierra coronada
en lo que concierne a extranjero. Tal estaba, según una muchedumbre de viejos
testimonios, la ceremonia de la fundación de Roma. Eso si se pide cómo la
memoria se podría preservar algunos a los programas de escritura que nos la
transmitieron, es que esta ceremonia fue recordada cada año al informe de la
gente por un aniversario del festival cuál uno llamó el día nativo de Roma.
Este festival fue celebrado en toda la antigüedad, año por año, y la gente
romana todavía la celebra hoy en la misma fecha que antes, de abril el 21; tal
cantidad de los hombres, con sus transformaciones incesantes, sigue siendo fiel
a las viejas aplicaciones! Los sacerdotes tomaron de él inmediatamente la copia
y la colocaron en sus libros. Uno pudo creer que el rectángulo de balota había
sido depositado allí por un rey anterior de los mess3eniens antes de la
conquista del país. Tan pronto como uno estuviera en la posesión del ritual, la
fundación comenzó. Los sacerdotes ofrecieron inicialmente un sacrificio; uno
invitó a los dioses anteriores, los dioses, Júpiter, los héroes anteriores,
haber sabido y hubiesen venerado a sus antepasados. Todos estos protectores del
país lo habían dejado al parecer, según la creencia de viejo, el día en que el
enemigo tenía amo ido de allí; Uno pronunció las fórmulas que eran hacer
determinarlos en al campo común viven la ciudad nueva con los ciudadanos. Era
el significativo allí; fijar a los dioses con ellos era lo que tenían estos
hombres más en corazón, y uno puede creer que la ceremonia religiosa no tenía
otra meta. Apenas como los compañeros de Rómulo cavaron un hueco y creyeron y
p175 para depositar las melenas de sus antepasados, así los contemporáneos de
3epaminondas invitados con ellos sus héroes, sus antepasados divinos, los
dioses del país; creyeron por fórmulas y rites para asociarlos en la tierra que
iban ellos mismos a ocuparlos y a bloquear para arriba en el recinto que iban a
rastrear. Por lo tanto los dijeron ellos: " viene con nosotros, seres
divinos del 4o, y vive en campo común con nosotros esta ciudad " que un
primer día fue empleada con estos sacrificios y estos rezos. El día siguiente
el recinto fue rastreado, mientras que la gente cantó himnos religiosos. Uno
está sorprendido inicialmente cuando uno ve en los viejos autores que no había
ciudad, tan antigua quiénes podrían ser, que no demandó saber el nombre de su
fundador y de la fecha de su fundación. Es que una ciudad no podría perder la
memoria de la ceremonia santa que había marcado su nacimiento; porque cada año
celebró el aniversario por un sacrificio de él. Atenas, así como Roma,
celebrada su día
Algo de coronado y adivina pegado naturalmente a estas
ciudades que los dioses habían levantado y que continuaron llenando de su
presencia. Se sabe que las tradiciones romanas prometidas en la eternidad de
Roma. Cada ciudad tenía tradiciones similares. Uno construyó todas las ciudades
para ser eterno.
Seguía habiendo su memoria como el fuego del hogar que tenía se encendió.
Una adoración fue dedicada a él, fue creído que el dios y la ciudad lo adoraron
tienen gusto de su providencia.. Los sacrificios y los festivales fueron
renovados cada año en su tumba. Cada uno sabe que Rómulo fue adorado, eso que
tenía un templo y sacerdotes. Los senadores podrían cortar la garganta de ella
bien, pero no privarla de la adoración a la cual tenía derecho como fundador.
Cada ciudad adorada de la misma manera el que lo había fundado. Uno preservó la
memoria de una gran cantidad de Griego de los po5emes que tenía como tema la
fundación de una ciudad. Apollonius, Hermog2ene, Hellanicus, Diocl2es había
compuesto en el mismo tema de los po5emes o de las historias. Quizás no había
solamente una ciudad que no tenía su po5eme o por lo menos su himno en el acto
coronado que le había dado nacimiento.
El romano no dejó de ser convencido de que el destino
de la ciudad fue asociado a este hogar cuál representó a sus dioses. El
respecto que uno llevó a los vestales prueba la importancia de su sacerdocio.
Si un cónsul resolvió uno de ellos en su paso, hizo más bajo sus vigas delante
de él. Por otra parte, si una de ellas dejó el fuego morir hacia fuera o manchó
la adoración faltando con su deber, la ciudad que entonces fue creída amenazó
del iré de los dioses, fue vengada en el vestal enterrándolo mismo las vidas.
Una gran cantidad de ciudades tenía Júpiter para la divinidad; era tanto de
Jupiters que había ciudades. En la leyenda de la guerra de Troya una ve Pallas
que luche para los Griegos, y hay en los troyanos otro Payas que recibe una
adoración y que prot3ege sus admiradores. Será dicho que era la misma divinidad
que apareció en los dos ejércitos No no ciertamente; porque los viejos no
asignaron a sus dioses el regalo de la ubicuidad. Las ciudades de Argos y de
Samos tenían a Hera; no era la misma diosa, porque fue representado en las dos
ciudades con atributos absolutamente diversos. Roma tenía por lo tanto dos
Junos protector. Incluso historia, algunos años después de, para Júpiter que
otro dictador traído de Pr3eneste, mientras que Roma tenía de ellos ya tres o
cuatro en ella. La ciudad que tenía en limpio una divinidad, no deseó que
protegiera a los extranjeros, y no admitió que fue adorada por ellos. La
mayoría del tiempo un templo era accesible solamente a los ciudadanos. Los
argianos tenían solamente la derecha de entrar en el templo de H3era d ' Argos.
Penetrar en el Atenas era necesario ser
ateniense; Generalmente estos dioses se dieron mucho dolor para la ciudad del
cual recibió una adoración; y eso era absolutamente natural; estos dioses eran
ofrendas ávidas y recibieron a víctimas solamente de su ciudad. Si desearon la
continuación de los sacrificios y de la hecatombe, era el receptor de papel
necesario que tomaron a cuidado del hola de la ciudad. Jubón " marca
esfuerzo y trabajos " de modo que su Cartago obtenga un día el imperio del
mundo. Cada de estos dioses, como Juno de Virgilio, tenía en corazón la talla
de su ciudad. Estos dioses tenían mismos intereses que los hombres el suyo los
compañero-ciudadanos; Cada familia tenía su religión doméstica, cada ciudad su
nacional de la religión. Una ciudad era como una iglesia completa pequeña, que
tenía sus dioses, sus dogmas y su adoración. Este la creencia se parece a
nosotros absolutamente gruesos; pero eran los de la gente más espiritual de
esas épocas, y ejercieron en esta gente y la gente romana una acción tan fuerte
que la mayoría de sus leyes, sus instituciones, y de su historia vino de allí;
uno vio más arriba que la ceremonia principal de la adoración domestica era una
comida que el sacrificio fue llamada. Comer un alimento preparado en un puente
del horno, tal era, según cualquier aspecto, la primera forma que el hombre dio
al acto religioso. La necesidad de ponerse en la comunión con la divinidad fue
satisfecha por esta comida a la cual una la invitó, a la cual una no dudó que
no estaba presente, y a la cual le dio una su parte. La ceremonia principal de
la adoración de la ciudad era también una comida de esta naturaleza; debía ser
empalme logrado, por todos los ciudadanos, en el honor de las divinidades
protectores. El uso de estas comidas públicas era universal en Grecia; fue
creído que la seguridad de la ciudad dependió de su logro. Además de estos
banquetes inmensos, donde reunieron a todos los ciudadanos y quién podría
ocurrir apenas eso con los festivales solemnes, la religión prescribió que
tenía cada día una comida coronada allí para este propósito, algunos hombres
elegidos por la ciudad era comer junta, en su favor, en el recinto de la
academia, en la presencia del hogar y de los dioses protectores. Convencieron
los Griegos de que si esta comida había sido omitida repentinamente solamente
un día, el estado fue amenazado para perder el favor de sus dioses. En Atenas,
el sino señaló a los hombres que debían participar en la comida común, y la ley
severamente castigó los que rechazaron descargar este deber. Estaban a los
ciudadanos que se sentaron abajo con el vector coronado, temporalmente de la
naturaleza sacerdotal.
Los thibianos desearon traerlos detrás en Peloponese
asociar a un enemigo a las caras de Sparte; pero el más difícil era decidir a
los messeniens. los epaminondas que trataron de los hombres supersticiosos,
deber creído a poner en la circulación un oráculo que predice en éstos pueblan
la vuelta en su vieja patria. Los aspectos milagrosos atestiguaron que los
dioses nacionales de los messeniens, que los habían traicionado a la hora de la
conquista, fueron convertidos otra vez a ellos favorables. Esta gente tímida
entonces decidía volver en Peloponese que seguía un thebaine del ejército. Pero
era una cuestión de saber dónde la ciudad sería construida; porque ir a
reocupar las viejas ciudades del país, uno no tenía para que piense; habían
sido manchadas y los funestees por la conquista. Para elegir el lugar en donde
uno sería establecido, uno no tenía el recurso ordinario para consultar el
oráculo que asociar a la gente. Nunca la religión tenía tal origen, y ninguna
religión que viniera de allí ser utilizada solamente por esta razón del
utilitario público, no fue utilizada un rato largo. Montesquieu todavía dice
que el Romano fijó la religión con el estado; es el contrario que es verdad; es
imposible leer algunas paginaciones de Tite-Live fuera en el convencimiento. Ni
el Romano ni los Griegos sabían estos conflictos tristes que eran tan comunes
en otras compañías entre la iglesia y el estado. Pero esos asimientos solamente
de modo que en Roma, como en Sparte y Atenas, el estado fuera controlado a la
religión; o algo, el estado y la religión eran tan compl3etement confundido
juntos que era non-seulement imposible para tener la idea de un conflicto entre
ellos, pero incluso distinguirlos uno del otro capítulo viii. El y los anales
rituales. El carácter y la virtud de la religión de viejo no eran levantar la
inteligencia humana con el diseño del absoluto, de abrir con el alcohol ávido
un camino brillante en el extremo del cual podría prever a dios. Esta religión
era una entera gravemente dependiente de la creencia pequeña, pequeñas
prácticas; La edad de la crítica histórica comenzó. Pero es absolutamente digna
de la observación esa esta crítica, que fue para arriba con las fuentes y
estudió los anales, encontrado allí nada que le dio la derecha de rechazar la
unidad histórica que Herodote y Tito habían construido. Depositaron a rey anterior
de Sicyone, porque, su mano que era manchada por un asesinato, él no estaba más
en una posición para ofrecer los sacrificios. No pudiendo más a ser sacerdote,
no podía ser rey más. Homero y Virgilio nos muestran que ocupó a reyes las
ceremonias coronadas. Sabemos por Demosthenes que los reyes anteriores del
ático los hicieron ellos mismos todos los sacrificios que fueron prescritos por
la religión de la ciudad, y por Xenophon que reyes de Sparte eran los jefes del
la cedemonienne de la religión. Déjenos los lúcumos que los etruscos estaban en
los mismos magistrados del tiempo, los militares de las pistas y los pontífices
Los viejos no nos informan sobre la manera de la cual
eligieron a reyes de Sparte; pero podemos sostener para seguro que uno utilizó
en la voluntad de la elección de los dioses.
Véalos una travesía de la estrella en una cara del
cielo al otro, de que indica a ellos que sus reyes son culpables de un cierto
incidente hacia los dioses. Los suspenden entonces los derechos, hasta que un
oráculo viene de Deles el cambiar de su pérdida " Uno lo encuentra en el
origen de casi todas las compañías, cualquiera que en la niñez de la gente allí
sea solamente la religión que puede obtenerla él obediencia, o que prueba
nuestra naturaleza la necesidad nunca de ser sujetado al otro imperio pero con
el de una idea moral. La EC qué la religión mezcló con el gobierno, justicia,
la guerra, resultó necesariamente que el sacerdote era en el mismo magistrado
del tiempo, juez, " reyes principales militares de Sparte, conocido como
Aristoteles, tiene tres atribuciones: hacen los sacrificios, ordenan de la
guerra, y vuelven la justicia " Denys d ' Halicarnasse se expresan en los
mismos términos sobre los reyes de Roma. Las reglas constitutivas de esta
monarquía eran muy-simples y no eran necesario buscarlas un rato largo; se
levantaron de las mismas reglas de la adoración. El fundador que había
presentado el hogar coronado, era naturalmente el primer sacerdote. La herencia
era la regla constante, en el origen, para la transmisión de ella adoración
La gente estableció el sistema republicano; pero sigua
habiendo el nombre del rey, lejos de convertirse en un insulto, se venera el
título. Uno está acostumbrado a decir que esta palabra odiosa y fue
despreciada: error singular! El Romano lo aplicó a los dioses en sus rezos. En
Grecia la monarquía fue restablecida muchas veces en las ciudades
La confusión de la autoridad y del sacerdocio político
en el mismo carácter no cesó con los derechos. La revolución que estableció el
sistema republicano, no a parte de las funciones que mezcla aparecía
extremadamente natural y era entonces la ley fundamental de la sociedad humana.
El magistrado que substituyó al rey, era como él sacerdote al mismo tiempo que
una pista política. Si el presidente nombró a solamente dos candidatos, la
gente votó necesariamente por ellos; si nombró tres de ellos, la gente eligió
entre ellos. Nunca el ensamblaje tenía la derecha de llevarla los votos en
otros hombres solamente los que el presidente había indicado; porque para éstos
solamente los auspicios habían sido favorables y la aprobación de los dioses
fue asegurada. Este modo de la elección, que fue seguida escrupulosamente en
los primeros siglos de la república, explica algunas características de la
historia romana que uno inicialmente está sorprendido.
Estos viejos gusanos eran textos invariables. Y para
cambiar una carta, para mover una palabra allí, para deteriorar el reto, de él
había debido destruir la ley sí mismo, destruyendo la forma coronada en la cual
había aparecido con los hombres. La ley era como el rezo, que era agradable a
la divinidad solamente en la condición de ser recitada exactamente, y que llegó
a ser impía tan solamente una palabra fue cambiada allí. En la derecha
primitiva, fuera de, la carta es toda; no hay buscar la dirección o el alcohol
de la ley. La ley no es valor por el principio moral que está en él, pero por
las palabras que su fórmula contiene. Su fuerza está en las palabras coronadas
que la hacen para arriba. El estado no permitió fácilmente que tenía una
enseñanza libre al lado el suyo allí. En Atenas había una ley que defendió para
informar a la gente joven sin una autorización de los magistrados; otra ley
prohibida especialmente para enseñar la filosofía. El hombre no tenía la opción
de su creencia. Él debía creer y sujetarse a la religión de la ciudad. Uno
podía odiar o despreciar a los dioses de la ciudad cercana; en cuanto a las
divinidades de una naturaleza general y universal, como Júpiter celestial o
Cyb2ele o Juno, uno estaba libre creer en él o no creer allí. Pero no era
necesario que uno se advirtió que dudara Ateniense.Habría habido el impi3et3e
grande que había minado la religión y al estado en el mismo tiempo, y eso que
el estado severly había castigado. Socrates fue puesto en muerto por este
crimen. La libertad a pensar con respecto a la religión de la ciudad era
absolutamente desconocida en las viejas. Era necesario conformarse con todas
las reglas de la adoración, aparecer en todas las procesiones, participar en las
comidas coronadas. La legislación ateniense pronunció un dolor contra los que
abstuvieron de celebrar un religiosamente nacional del festival. Los viejos
sabían así ni la libertad de la vida privada, ni la libertad de la educación,
ni libertad religiosa. La persona humana contó para bien poca cosa con respecto
a esta autoridad santa y casi divina que uno llamó la patria o el estado. El
estado tenía no solamente, como en nuestras sociedades modernas, una derecha de
la justicia con respecto a los ciudadanos. Podría pulso sin uno que era
culpable y por eso solamente que su interés fue referido. Arístides no había
confiado indudablemente ningún crimen e incluso no fue sospechado por él; pero
la ciudad tenía la derecha de expulsarle de su territorio por esto solamente la
razón que Aristide había adquirido por su influencia de las virtudes también y
que podría llegar a ser peligroso, si lo deseó
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